Detrás de cada paso que transitamos, existe una huella mucho más grande dejada por la humanidad. Con tantos millones de años de historia, ese pasado inmensurable puede repercutir en nuestro presente personal de maneras bastante curiosas.
Para comprobarlo, hay una herramienta que se volvió bastante popular en los últimos años: los test de ancestralidad. Según las empresas que los realizan, estos estudios nos permiten conocer un poco más sobre nuestros orígenes, ancestros y los flujos migratorios que nos llevaron hasta donde estamos ahora.
Al comprarlos, la promesa es que lograremos averiguar de qué continentes proviene nuestra ascendencia y sus procesos migratorios. Además de obtener un mapa étnico personal con los diferentes porcentajes.
La idea resulta bastante tentadora, pero ¿realmente funciona? La magia detrás de estas pruebas de ancestralidad pasa por analizar nuestro ADN.
“En este material, los humanos portamos toda nuestra información hereditaria. Está presente en cada célula del cuerpo y ahí se resguardan las instrucciones necesarias para crear y preservar la vida”, indica la médica Lucrecia Goman.
En tal sentido, es indiscutible que el ADN posee información valiosa sobre el pasado. No obstante, descubrir algún tipo de vínculo entre desconocidos que habitan en diferentes países y sus descendencias (con miras a décadas atrás) es muy complejo.
“Los resultados de estas pruebas son bastantes dudosos porque, en realidad, lo que hacen las firmas es comparar los test de cada usuario con otros resultados ya registrados dentro de sus bases de datos y algunos soportes de información internacional. Entonces, al final, esa búsqueda de semejanzas o diferencias entre millones de personas queda restringida a las capacidades de acumulación de perfiles que posee cada empresa”, explica.
¿Cómo soy?
Para cautivar a un mayor público, hay testeos genéticos que indican algunos detalles divertidos a la hora de chequear nuestra biografía.
Por ejemplo, en el mercado existen análisis que determinan cuál es nuestra tendencia a la calvicie, las arrugas, las canas, la flacidez en los párpados o el acné. Sumado a evaluaciones sobre la piel y los beneficios que tendrían algunas dietas (mediterránea, vegana, low carbon, cetogénica, etcétera).
Bienestar
Si omitimos la cuestión de la ancestralidad o el linaje, lo más rescatable es que las respuestas obtenidas en algunos test pueden ayudarnos a preservar nuestra salud.
“El motivo es que hay combinaciones genéticas que producen una mayor predisposición a padecer enfermedades como la diabetes de tipo 2, Parkinson, trombofilia, hemocromatosis o osteoporosis”, indica Goman.
Además, los genes influyen en las condiciones de nuestro metabolismo, la coagulación de la sangre y los sistemas óseo y muscular. Por poner un ejemplo, hay variaciones genéticas que impactan en la manera en que el cuerpo absorbe las vitaminas B, D y K o su intolerancia a la lactosa.
“Cabe aclarar que contraer o no los problemas mencionados no depende solo de factores genéticos sino también de bastantes elementos externos o ambientales. Nuestra alimentación, la actividad física, el uso de medicamentos y el diagnóstico de patologías previas o complementarias van a definir por igual la situación”, aclara la profesional.
Procedimiento
Los test de ancestralidad se realizan a partir de una muestra de saliva y el proceso resulta bastante sencillo y rápido (no dura ni 10 minutos).
Una vez que compramos la experiencia, va a llegarnos a nuestra casa un kit de toma con las herramientas necesarias para realizar el proceso por nuestra cuenta. En la mayoría de los casos, el sistema consiste en frotar un hisopo dentro de la boca y luego aislar la secreción en algún envase o bolsa especial.
Después, la muestra se envía por correo hasta la dirección que indique el paquete. Los resultados del análisis tardan en promedio de dos a cuatro meses.
Opciones vigentes en Argentina
En nuestro país existen un par de empresas que se dedican a vender los test de ancestralidad a través de internet o medios electrónicos. Según la complejidad y el tipo de resultados que queramos obtener los precios rondan entre $ 10.000 y $ 25.000 y pueden pagarse en cuotas.
Desde Tucumán, la forma más efectiva que tenemos de acceder a ellos es comprar el producto a través de internet.
Una vez hecha la compra, el servicio incluye el envío de un kit para tomarnos una muestra de saliva y su posterior regreso al lugar en donde se realizarán los análisis de ADN.
En Argentina, tenemos de referentes a las marcas Genera, BitGenia y EasyDNA.